miércoles, 9 de septiembre de 2015

ESCRIBA DEL CÁOS.



Hoy el opreso no se hace opresor al liberarse, hoy trasciende lo inmanente y cierra sus ojos para crear en el vacío una nueva realidad; el escriba empuña su espada y trata de cortar los hilos que sus manos, sus pies, su voluntad y su pensamiento han movido desde el  primer “tic tac” percibido por sus oídos - Ese mantra de la realidad, esa absurda melodía que mantiene bailando en un estilo autómata al hombre ciego, a la marioneta que marioneta se ha quedado- y las flechas de su versar apuntan al infinito, como queriendo bajar de este estrellas y seres que se divierten moviendo los hilos del destino, enredándolos absurdamente para mantener amarrado al ser a tanto, haciéndole tan poco; el grito de su poesía es un llamado, una explosión que conmociona a los sordos, y a los mudos enseña a hablar, pero no por hablar, sino a contender, a romper el silencio que simboliza el barullo ensordecedor de la cotidianidad; hoy la marioneta, por el poder de sus pensamientos y sus palabras, decide no ser ni marioneta ni marionetista, y declara un combate sin fin al Ejercito gris de la realidad, hoy el escriba se hace escritor.

Steven Cárdenas. (Poeta sin nombre)