Vuelvo a encontrarme con ese sentimiento raro, especial, y único que me invade cada vez que una historia termina ante mis ojos. Siento que me han robado una parte de mi alma, siento el pecho fragmentado causa de este separamiento. Y me entra la vena existencialista, siento que todo a mi alrededor es una simulación, que todo lo que estamos haciendo en este preciso momento es solo una repetición de algo que ya habíamos hecho antes. Todo se cruza, son muchas las cosas que pasan por mi cabeza ahora mismo y hace que mi mente entre en un shock y en un estado como deprimido, porque una vida se acabó y lo único que puedo hacer al respecto es sentir nostalgia y si quiero ver a esa persona de nuevo, lo podré hacer, con el pequeño detalle de que veré a esa persona haciendo lo mismo, y es como ver la fotografía de alguien que no vemos o ya no está aquí.
(Y no sería igual, así que no me sirve de nada)
y así siento que alguien o algo repite mí historia una y otra vez, solo para tener un indicio de que yo estaba ahí, todavía, presente, viviendo experiencias nuevas, y no repetidas. Por eso no creo en las historias, o más bien, no me gustan (aunque no lo parezca) porque algún día se van a acabar y detesto las historias entre más buenas sean, porque más y más duro será el golpe para uno mismo.
(Algo así)
Como dijo Valentino cuando le terminaron de contar una historia:
“-...
-¿Te gustó?
-Sí...
-¿Mucho o poco?
-Me da lástima que se terminó
-Pasamos un buen rato, ¿no es cierto?
-Sí, claro
-Me alegro
-Yo estoy loco
-¿Qué te pasa?
-Me da lástima que se terminó
-Y bueno, te cuento otra
-No, no es eso. Te vas a reír de lo que te voy a decir.
-Dale
-Que me da lástima porque me encariñe con los personajes. Y ahora se terminó, y es como si estuvieran muertos...
...
--Es curioso que uno no puede estar sin encariñarse con algo... Es... como si la mente segregara sentimiento, sin parar...
-¿Vos creés?
-... lo mismo que el estómago segrega jugo para digerir.
-¿Te parece?
-Sí, como una canilla mal cerrada. Y esas gotas van cayendo sobre cualquier cosa, no se las puede atajar.
-¿Por qué?
-Qué sé yo... porque están rebalsando ya el vaso que las contiene.”
Esa sería una forma en la que me siento yo, pero de alguna manera, esas personas especiales, con las que te encariñaste murieron para formar parte el lugar más recóndito de tu subconsciente y los recuerdas como amigos íntimos, que por desgracia, se les había acabado el tiempo... Y te sientes de alguna manera como un personaje de ficción, como ellos y que sientes en un temblor interior que ya se te acabará la hora y otros te recordarán cómo recordaste a muchos otros. Creo que ya estoy empezando a repetir las cosas, pero que puedo hacer, así soy cuando me pongo más sensible de lo que soy. Y mientras oigo esa canción de ese juego una y otra vez, se va retroalimentando ese sentimiento, sin embargo, cada vez es más débil.
Anexaré esas dos canciones, que por más que las escuche lo volveré a sentir. Por último, te doy las gracias a ti por llegar hasta aquí, no sé si yo sea la única persona en la existencia que sienta esto con la fuerza que la siento. Y agradezco también, a esas personas a las que seguí un buen trecho de su vida y ahora deambulan en mis recuerdos: Gracias Molina, Atreyu, Fujur, Guilmon, Ami, Kumatora, Shirokuma, y a ti, Colmillo Blanco...
Pd: Las dichosas canciones dando click en la imagen ----> 
Nicolás Arévalo.
Otros textos junto con Nicolás: En SounCloud
